«No pienses en los fracasos de hoy, sino en los éxitos que puedes conseguir mañana». Helen Keller.
Muchas veces pensamos que el pasado determina el futuro; realmente es el futuro el que define nuestro presente. En esta entrada vamos a comentar la relación entre pasado-presente-futuro.
Indudablemente, el pasado influye en el presente, principalmente, si nos limita para hacer cosas diferentes porque nos ancla en nuestra zona de confort o nos dificulta ver otras opciones en nuestro comportamiento diario.
En este contexto, el futuro es el conjunto de objetivos, ideas, metas, ilusiones… que deseamos conseguir y que nos facilitan realizar en el presente las acciones que nos permitirán su logro.
Por tanto, es nuestro futuro el que nos define el presente.
Presente: sembrar para el futuro teniendo en cuenta el pasado
Las acciones que realizas en el presente se pueden considerar como la siembra de los resultados que vas a conseguir en el futuro. La función del pasado es como una brújula que te indica el camino a seguir si quieres conseguir los mismos resultados que hoy. Aún así, lo que te ha funcionado en el pasado no necesariamente te va a servir en el futuro.
Lo que hacemos hoy condiciona nuestro futuro. Si tenemos bien definido qué queremos conseguir en el futuro debemos adaptar nuestro presente para obtener esos resultados.
Si plantamos zanahorias recogeremos zanahorias si se dan las condiciones necesarias. Nunca recogeremos patatas. Por tanto, vamos a plantar aquello que queremos recoger: el futuro define nuestro presente.
Planifica a largo plazo (futuro) y gestiona el presente. En esta entrada tienes la fábula de los 3 hermanos donde vas a comprender la importancia de mirar a largo plazo sin olvidar el presente.
En este vídeo vas a encontrar un ejemplo de cómo tu futuro (tus deseos) define lo que haces hoy siempre que quieras conseguir los resultados que esperas.
Entradas relacionadas
- 94
- 93
- 92