El todo es mayor que la suma de sus partes
La psicología de la Gestalt afirma que el todo es mayor que la suma de sus partes, e insiste en la capacidad que posee nuestro cerebro para percibir los objetos o los acontecimientos en su globalidad. La teoría de la Gestalt aplicada al liderazgo permite alcanzar la plenitud personal de los trabajadores, reforzar las relaciones interpersonales mediante la gestión de conflictos y estimular la creatividad. También es muy empleada en el ámbito del marketing para crear mensajes eficaces con el fin de aumentar las ventas.
¿Has imaginado alguna vez una forma completa cuando solo se te han mostrado una parte de la misma? La psicología de la Gestalt, también conocida como teoría de la forma, nos permite comprender un poco mejor cómo funciona nuestra mente y cómo aprovechar este conocimiento en el mundo empresarial.
Definición del modelo

En su función original, la teoría de la Gestalt incita a cada individuo a darse cuenta de las contradicciones que viven en su interior para poder reducirlas al máximo. Con el paso del tiempo, estos principios se han extendido a las escuelas, a los hospitales, a empresas y a muchos otros ámbitos. La psicología de la Gestalt insiste sobre la capacidad que posee nuestro cerebro para percibir los objetos o los acontecimientos en su globalidad. De esta forma, el todo es mayor que la suma de sus partes. En la empresa su utilización está relacionada con el pensamiento holístico donde consideramos el conjunto y la contribución de cada elemento en el resultado obtenido o esperado.
Un primer principio de la Gestalt es que el conjunto es diferente a la suma de sus partes. Las personas tendemos a percibir las cosas y los acontecimientos globalmente y no de forma detallada. Ejemplo del dibujo incompleto en el que percibimos a un niño.
Un principio crucial en la Gestalt estipula que una parte de un todo A puede ser diferente que esa misma parte en el todo B. Tomemos como ejemplo las lágrimas (una parte del todo), que no significan lo mismo en una boda (todo A) o en un entierro (todo B).
Aplicando la Gestalt al liderazgo
La empresa puede definirse como un conjunto de actividades y de elementos que tienen que estar integrados los unos con los otros para que sea rentable y eficiente. La psicología de la Gestalt aplicada al liderazgo surge en este contexto, en el que los líderes deben lograr objetivos de crecimiento de negocio, satisfacción de los clientes y desarrollo de los empleados.

Planteamiento: cada trabajador debe considerarse como un todo y no solo como una herramienta de trabajo al servicio de la empresa.
El empleado, su cliente (interno o externo) y su líder son elementos relacionados que ejercen una influencia e impacto los unos sobre los otros. Pongamos como ejemplo la personalidad, que aparecerá inevitablemente en el trabajo y hará que este sea único. Por lo tanto, es importante desarrollar sinergias entre los empleados y sus actividades.
Principios más importantes de la Gestalt aplicada al liderazgo:
- Hay que considerar a todos los trabajadores en su conjunto mediante la relación que establecen con ellos mismos y con los otros. Así, es necesario considerar todo su contexto (su familia, su personalidad, su trabajo, sus compañeros etc.) y comprender la manera en que cada elemento tiene influencia en los demás.
- Los empleados deben ser conscientes de que han elegido libremente su empresa, el trabajo que realizan en la misma y las condiciones acordadas. Cuando a un trabajador le gusta su empresa, lo que hace y la manera en que estructura su vida su motivación y rendimiento es optimo. El estilo de liderazgo adecuado permitirá que todos puedan alcanzar esta situación.

- Todos somos capaces de hacer más, de hacerlo mejor o de ser más creativos al reducir o eliminar los obstáculos que hay en nosotros mismos o que nos encontramos ante nosotros. Para conseguirlo, debemos ser conscientes de nuestras posibilidades. El líder tiene que dirigirnos a tomar esta conciencia mediante la utilización de herramientas como son el feedback y la revisión de desempeño.
Liderazgo y Gestalt
- La función de liderazgo debe tener en cuenta de los tres tipos de conciencia: la conciencia de los otros (cómo nos ven los demás), la conciencia de nosotros mismos (cómo nos vemos a nosotros mismos) y la conciencia de los vínculos entre nosotros y los demás (cómo cada parte ve las relaciones interpersonales). El líder debe estar atento a las necesidades de desarrollo de cada uno de estos tipos de conciencia en cada persona.
- La fuerza motora de los humanos y de sus comportamientos es la autorrealización. Todos queremos realizar acciones que nos proporcionen satisfacción. Por ello, es importante que el líder refuerce los comportamientos deseados (son motivadores y alimentan la autorrealización) y modifique los comportamientos no deseados para facilitar resultados que proporcionen satisfacción al trabajador.
- El estilo de liderazgo debe permitir que cada uno sea responsable de sus actos, de sus palabras, de su trabajo, etc.;
- ser abierto y estar orientado al trabajo en equipo.

- El líder otorga poder y guía a los trabajadores, pero la toma de decisiones le corresponde a los equipos. El líder debe conseguir equipos de alto rendimiento.
- los conflictos, las tensiones y las resistencias son fuerzas que pueden ser utilizadas para impulsar un grupo. El líder debe facilitar la resolución de conflictos y mitigar y hacer comprender los diferentes puntos de vista. Ante la dificultad para resolver el conflicto debe normalizar la situación indicando la forma de trabajar y los comportamientos deseados.
Capacidades del líder para aplicar la Gestalt en el liderazgo:
- ser consciente de la diversidad de personalidades, estar centrado en las personas y en las relaciones interpersonales
- tener una visión global de la empresa para identificar los elementos de estrés, las presiones sociales que afectan al grupo, la situación concreta del equipo de trabajo;
- tener capacidad para motivar, influir y desarrollar a cada individuo;
En este vídeo de 3 minutos tienes un buen resumen de los conceptos básicos de la Gestalt.
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